Lágrimas

23 enero

¿Qué cuentan las imágenes? La respuesta a esta cuestión puede ser tan múltiple como diversas imágenes hay en el mundo, puede ser aquello que el fotógrafo vio en directo, o lo que intentó plasmar en su fotografía después. Pero hay otro punto de vista, el del receptor, la persona que ve la fotografía, y que, dependiendo de su estado de ánimo, situación personal, profesional, etc., sentirá una cosa u otra al mirar una fotografía, dándole un significado propio y personal.

Es la práctica inversa a la realizada con el poeta español, Luis García Montero, en esta ocasión no contamos con un poema o cuento sobre el que realizar nuestra fotografía, sino que tenemos la fotografía y en base a lo que nos inspira debemos desarrollar una historia o cuento que la acompañe.

En mi caso, la fotografía me expresa dos cosas distintas, por un lado, angustia puesto que la bolsa está atrapada sin poder escapar, cual mosca en tela de araña; pero por otro lado, el color de la imagen me da sensación de calidez, como que es un sitio acogedor.

Mirando un rato la fotografía se me ocurrió que esa bolsa atrapada se parece un poco al velo de una novia, es blanco y transparente a la par que sensible y frágil. Pero ¿por qué se quedaría el velo enganchado en la rama de un árbol? Pensé en una tragedia, porque mi naturaleza es dramática y negativa en inicio; y así fue como se me ocurrió la historia donde una novia que ha sido plantada en el altar llora en los “brazos” de un árbol acogedor, que se queda con el velo de la joven a modo de recuerdo. Una historia triste de un árbol sin ramas y una pareja separada, que termina con un árbol completo y una pareja unida, aunque sea después de la muerte. 

LÁGRIMAS

Hace muchos años, una novia lloraba,
a los pies de un árbol que no tenía ramas,
la joven novia estaba desconsolada.
El árbol se dijo ¿qué habrá pasado?

Una joven bella, un alma pura
nunca interesada de otra alguna,
un día caminando encontró la suya,
un joven galante de alta cuna.

Ambos se miraron se enamoraron,
y hacia la boda se encaminaron.
Al joven galante, las dudas le entraron
el árbol dedujo, ¡la han abandonado!

La joven novia de tristeza murió,
a los pies del árbol que la acogió.
El novio arrepentido, a los días la encontró,
Y la culpa fue lo que le mató.

Las lágrimas de la joven, el árbol, habían regado,
de nuevo las ramas habían regresado,
y en ellas, el velo quedó atrapado
pero el corazón del joven, el árbol dejó encarcelado.


<<Hay dos personas en cada fotografía: el fotógrafo y el espectador>> Ansel Adams

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