Que decir de esta película, que
te deja con la boca abierta y capta el interés del espectador desde el primer
momento con ese ritmo frenético, te entran ganas de que sea fin de año e irte
de fiesta.
Pocos peros se le pueden poner,
la calidad de la imagen, como en el resto de obras hechas para la gran
pantalla, muy buena, pero lo que más me ha gustado en cuanto a imágenes se
refiere, es a ese toque televisivo que el director transmite en cada plano, estás
viendo una película de cine, pero por momentos no dudarías de que realmente se
trata de una de las tan famosas galas de fin de año, esos movimientos de grúa
tan característicos de la televisión son inconfundibles.
Los efectos especiales, sí que
han andado algo flojillos en algunas partes, como es el caso de la explosión de
la casa de la madre de José (Pepón Nieto).
El guion excelente, los tópicos
del mundo televisivos llevados a la exageración pero sin ridiculizar, los
distintos hilos narrativos de la historia están muy bien hilados y, para mi
gusto, ninguno de ellos llega aburrir en ningún momento. Todos ellos, por fin,
convergen en un final escandaloso, nunca mejor dicho, pero bajo mi parecer, un
buen final, ¡aunque se debieron de quedar sin jabón!
Vestuario, maquillaje y caracterización,
que decir, a mí me han enseñado que hay profesiones que cuando pasan desapercibidas
es que están bien hechas, y ni que decir tiene que esta es una de las veces en
las que pasan desapercibidas, incluso ese crescendo que sufre el ojo de Adanne
(Mario Casas) en una de las secuencias de la película.
Grandes actuaciones, sin duda
Raphael es una de las voces más representativas de España, pero para mí ha sido
toda una revelación en cuanto a actuación se refiere, ha estado muy grande,
junto con el resto del elenco, donde una vez más Carmen Machi ha demostrado porque
es la poseedora de un premio Goya.
En conclusión, una muy buena película
en su conjunto, entretenida, graciosa y amena, que sin duda recomiendo ver.
<< Es cómodo hablar con los
que te siguen la corriente: te reafirmas en tus ideas, te sientes parte de un
grupo, protegido, frente al resto de locos que se equivocan. Por primera vez, aprendí
que dialogar con personas que te llevan la contraria es mucho más interesante. Puede
resultar incómodo al principio, sobre todo si eres soberbio, como yo. Pero cuando
aprendes a encajar, la cosa fluye, y las ideas entran>> Alex de la
Iglesia.